El hábito de la lectura en las primeras edades es fundamental ya que desarrollará su interés por los libros, su imaginación y su inteligencia. Y es nuestro cometido acercarles a la lectura de una forma normalizada, sencilla, sin obligaciones. Los niños imitan nuestro comportamiento, por lo que es importante que fomentemos este hábito en casa, que nos vean leer, y que lo vean como algo natural, como una actividad más de ocio con la que disfrutamos. Es difícil que un niño de 4 ó 5 años quiera ponerse
a leer un libro. Está comenzando a familiarizarse con las letras y las palabras.