Hagamos
un pequeño ejercicio de memoria. ¿Recuerdas a qué jugabas con tus
amigos en la calle cuando salías del colegio? ¿A cuántos de ellos les
has perdido la pista con el tiempo?, posiblemente muchos de ellos eran
tus vecinos ¿verdad??. Ahora piensa, ¿cuánto tiempo pasa tu hijo jugando
en la calle o en un parque?, ¿tiene amigos en su calle para jugar un
ratito antes o después de la merienda?, ¿juega en la calle más allá del
partido en la cancha de baloncesto o el ratito que pasa en el parque?.
Reflexionemos.
Más allá del juego de mesa que sacamos de vez en cuando en familia, de
realizar sus tareas de clase, leer o ver la televisión, ¿qué puede hacer
mi hijo? Su actividad favorita. Jugar a la consola.



