Mi amigo de cuatro patas. Mascotas y TDAH.

No hace falta decir lo que les gusta a los niños tener una mascota en casa. Pero ¿deben tenerla?.

Aunque en ocasiones los padres tengamos que recurrir al ingenio para poner una buena excusa y no terminar con una de ellas como un miembro más de la familia, lo cierto, es que existen estudios que defienden los beneficios que las mascotas aportan a nuestros hijos. No sólo en el ámbito afectivo, por el cariño que mutuamente se procesan; ni por la madurez que aportan a nuestros hijos al obligarles a entender que asumen una responsabilidad; sino también por lo que a su salud se refieren.

Algunos de estos estudios afirman que los niños que han convivido desde pequeños, sobre todo siendo bebés, con mascotas en casa, desarrollan en mayor medida su sistema inmunológico, siendo más saludables y evitando enfermedades. Al fin y al cabo, hablamos de sacarlos de la burbuja en la que los padres querríamos tenerlos siempre. A este respecto, tener una mascota se convierte en una terapia de choque, al igual que ocurre con el primer año de guardería. Es curioso que vivamos preocupados por tener una mascota para evitar que nuestro niño enferme, cuando lo que parece ocurrir es todo lo contrario. ¿Por qué tanta insistencia entonces en que las mascotas deben estar bien vacunadas, incluso si no salen a la calle, como es el caso de los gatitos? Pues, básicamente para que no enferme con todas las bacterias que nuestros pequeñajos le pueden trasmitir. Tengamos en cuenta, que aunque el gatito no salga a la calle, nosotros lo hacemos y constantemente entramos a casa bacterias y posibles parásitos.

Pero... ¿y si mi hijo tiene TDAH?. 

¡No hará falta que os diga que un niño con TDAH sigue siendo un niño!. Su impulsividad o capacidad de atención será lo único que se diferencie del resto, por lo tanto, como la mayoría de sus amigos, es muy probable que quiera tener una mascota en casa. Para ellos incluso, será más beneficioso que para el resto. ¿Por qué motivo?, porque:

• Le ayudará a aprender a controlar sus impulsos. Aprenderá a empatizar con él y a ver que todas las acciones que realiza tienen una consecuencia. Aprenderá a ir pensando en ellas.
• A comprender que las cosas no ocurren siempre que él quiere. Los demás también toman decisiones y/o tienen necesidades. 
• Que hay que esperar y trabajar para conseguir las cosas. Si quiere que su mascota le siga, que se siente con él o que le de la patita, tendrá que ser paciente y enseñarle.
• Aprenderán a marcar objetivos y a ser pacientes hasta su consecución. Le enseñará cual es su espacio de sueño o de juego, su lugar de comida, e irá comprendiendo que los logros se consiguen poquito a poco, trabajando y dando cariño.
• Aprenderán a felicitar y a regañar, y a comprender que cuando lo hacen es para reconocer lo bien que se hace algo o, lo inapropiado o peligroso que puede ser. De esta manera conseguiremos que entienda que él también tiene límites porque también hay cosas inapropiadas o peligrosas para él. Y que todas sus acciones también tienen una consecuencia, bien sea positiva o negativa.
• Mejorará su autoestima. Muchos de los niños TDAH, sobre todo a partir de los nueve años y cuando comienzan a entrar en la preadolescencia, tienen dificultad para mantener sus amistades debido a su impulsividad y/o agresividad. Tener una mascota le ayudará a sentirse querido y a dar cariño. Será ese amigo que nunca le reprocha lo que ha hecho. Será su amigo fiel, en quien confiar. Y aunque nada tenga que ver con sus amigos, le ayudará a sentirse mejor consigo mismo.

En este caso, ellos serán los que dirijan la batuta, los que asuman la responsabilidad y cuidado del comportamiento de otro.  Recuerda que como todo aprendizaje, necesita un proceso y un periodo de adaptación.

¿Las mascotas estrella? 

Es evidente que aunque un precioso acuario decore un rincón de la casa o un terraquio exhiba una exótica serpiente, el juego que éstos animales pueden dar a nuestros niños no es el mismo que los perros o los gatos. Estas son las mascotas estrella de los peques. Los perros, además de la responsabilidad que supone su alimentación y limpieza darán calidez, cariño y horas de entretenimiento. Pero si a pesar de saber ésto, por tiempo, alergias, o cualquier otro motivo, no consideramos oportuno tener uno de ellos, siempre podemos recurrir a otro tipo de mascota, que requiera ciertas responsabilidades, como puede ser una pequeña tortuga o un hamster. Os nombro éstos y no otros porque el hecho de poder acceder con facilidad al animal y poder tenerlo en sus manos estrechará su lazo afectivo y le ayudará a comprender la dependencia y fragilidad del animal, lo que le ayudará a mejorar su impulsividad y empatía. Por ello, es importante que puedan tocar a su mascota.

Si tu ritmo de vida y las condiciones de tu hogar te lo permiten, un perro será el mejor compañero en el desarrollo personal y afectivo de tus peques. ¿Grande, pequeño? Depende de tu hogar. ¿De raza o pura o mixto? Eso depende de tus gustos. Si vives en el campo y el animal tiene espacio suficiente en el que moverse y correr, por lo único que te debes preocupar es por su carácter, aunque por lo general los perros grandes suelen ser más pacientes y tranquilos.

Al margen de que decidas comprar o acoger, hay algo que es fundamental. Debes conocer al animal. Tal vez, al comprar sea más complicado, suelen ser cachorros y no estar demasiado tiempo en la tienda, pero aún así, pregunta por su carácter, y si el comercio te lo permite, pasa dos o tres días por allí y comparte con él  unos minutos. Si optas por la opción de acoger, te será fácil hablar con la protectora y poder pasar algunos ratos con él, antes de tomar la decisión. Es la mejor manera de conocer al próximo miembro de la familia y de ver la relación que tus hijos y éste mantienen. Recuerda que hay que estar seguros antes de dar este paso, abandonarlo después no es una opción.
 

Ejemplos de razas que se llevan bien con los niños

Labrador Retriever. Son perros cariñosos, fáciles de entrenar, pacientes y protectores. Son de un tamaño mediano, poseen gran energía y les encanta la actividad al aire libre.

 

San Bernardo. Son leales y, muy tranquilos y pacíficos. En su caso es importante disponer de un amplio espacio para tenerlo debido a su gran tamaño.

 

Pastor Alemán. Son perros de tamaño mediano. Inteligentes, obedientes y fáciles de entrenar debido a su facilidad para aprender. Suelen ser sobreprotectores con los suyos, por lo que se aconseja que se acojan desde cachorros para que se genere un fuerte vínculo afectivo.



 
Beagle. Son de tamaño más pequeño, por lo que si no se cuenta con mucho espacio pueden ser una buena elección. Son inteligentes y juguetones, aunque son un poco tozudos, por lo que deberemos ser más pacientes en su entrenamiento.



Otras razas recomendables para el trato con los niños pueden ser el Carlino, el Boxer, Terranova, Mastín Español, Galgo Español, Golden Retrevier o el Collie.

Si este es un tema que te interese, dedica un ratito a leer este enlace.
Terapia asistida con animales 

Si tienes mascotas en casa y consideras que han beneficiado a tu hijo en su comportamiento o desarrollo, no dudes en compartirlo con nosotros. Seguro que tu experiencia es de gran ayuda para padres y madres que están comenzando en este camino.

Recuerda que puedes proponer el próximo tema por medio de comprendiendoacarlitos@gmail.com